Así notará su bolsillo el «tijeretazo»
La rebaja del sueldo a los funcionarios, las subidas de impuestos y la congelación de la inversión se dejarán notar en toda la sociedad andaluza, aunque preferentemente en las clases medias, que sufrirán especialmente los recortes
Día 20/05/2012 - 09.12h
La Junta de Andalucía afirma que otra forma de gobernar respecto al Gobierno de Mariano Rajoy es posible. Sin embargo, una de las primeras medidas que ha tomado el nuevo Ejecutivo de coalición PSOE-IU es un recorte de 2.500 millones en
los presupuestos de este año, que sigue las mismas pautas de los
efectuados por Rajoy, esto es, subida de impuestos, reducción en
partidas de gasto —incluidas en sanidad y educación que se
comprometieron a no tocar— y congelación de la inversión, tradicional
palanca de creación de empleo.
Todas
estas medidas están contenidas en el plan económico financiero
2012-2014 presentado esta semana por la Junta ante el Consejo de
Política Fiscal y Financiera para cumplir con el objetivo del déficit
público del 1,5% y que suponen un conjunto de recortes que afectará a
toda la sociedad, pero especialmente a las clases medias. Estas,
específicamente, soportarán una subida en el tramo autonómico del IRPF, a
partir de bases imponibles de 60.000 euros, y una parte de esas clases
medias andaluzas, los 239.399 empleados públicos que trabajan para la Junta, verán reducido su sueldo en un 5% o un 15%, dependiendo de su categoría.
De
esta forma, las consecuencias de estos recortes de la Junta, que en
comparación apenas tocan el gasto corriente tendrán una clara incidencia
sobre los hogares andaluces, lo que se traducirá en: más impuestos y
menos poder adquisitivo para las clases medias, en particular, y la
sociedad en general; recortes de sueldo para el 6% de la población
activa andaluza y previsión de aumento del paro por la congelación de la
inversión. Un conjunto de medidas para los andaluces que complican un
panorama donde la creación de empleo y el aumento del consumo, claves
para la reactivación económica, se revelan complicados a corto y medio
plazo.
Funcionarios
Esta
bajada de sueldo a los funcionarios, con la que la Junta espera ahorrar
777 millones de euros, es la principal diferencia entre las medidas
adoptadas por el Gobierno central y el de José Antonio Griñán, que ya
puso en marcha una similar hace dos años. En concreto los funcionarios y
laborales de la Junta suponen el 6% de la población activa de
Andalucía, compuesta por casi cuatro millones de personas, y sus sueldos
los colocan dentro de las clases medias. De esta forma, los 239.399
empleados públicos de la Junta verán mermado su poder adquisitivo y
reducido su sueldo, específicamente, en un 5% los funcionarios y
laborales, mientras que en un 15% los interinos.
Subida del IRPF
Parte
de la clase media que tiene unos ingresos superiores a los 60.000 euros
también se verá afectada por las medidas de la Junta, en concreto, por
la subida del IRPF que plantea para el año 2012 y que equiparará la
presión fiscal andaluza con la catalana, la más alta de España. Al ser
este uno de los países de la UE con mayor presión fiscal, solo los
suecos y los finlandeses pagan más impuestos que los andaluces. La
medida tendrá un efecto recaudatorio en 2014 y con ella la Junta espera
recaudar unos 25 millones de euros. Al igual que la rebaja de sueldo de
los funcionarios, la Junta también tiró hace dos años de subidas de
impuestos para poder cuadrar el déficit, lo que ha contribuido a
convertir a Andalucía en una de las comunidades con mayor presión fiscal
de España. Además del IRPF la región tiene impuestos directos con tipos
más altos que en otras.
Pero
la principal novedad en lo que se refiere a impuestos que plantea el
documento de la Junta está en el subida del IRPF. Esta se concreta en la
reducción de los tramos más altos de tributación autonómica de tres a
dos, pero también la reducción de los 80.000 a los 60.000 euros del
mínimo para tributar a esos porcentajes. Esto significa que se amplía el
porcentaje de población que tributa en esos tramos, que ahora pagarán
más, y que la Junta considera «ricos» a los que ganan más de 60.000
euros.
Hasta
ahora había tres tramos altos autonómicos: los aplicables a bases
liquidables de entre 80.000 y 100.000 euros, de entre 100.000 y 120.000
euros, y a partir de 120.000, que tributaban al 22,5%, al 23,5% y al
25,5%, respectivamente. Ahora esos tramos se reducen a dos: uno para
bases imponibles de entre 60.000 a 120.00 euros, y otro para a partir de
120.000 euros, pero los tipos aplicables crecen hasta el 23,5% y el
25,5%.
Con
esta subida, los andaluces que tributaban hasta los 60.000 euros
pagarán más por el IRPF, según se desprende de los datos facilitados por
el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Así, una
base imponible de 80.000 euros tributaba en el tramo autonómico una
cuota de 13.758 euros con los tramos antiguos, mientras que tras la
última<MC2> subida una base de 60.000 euros lo hará por 12.900
euros, ya que ahora se le aplica un tipo dos puntos superior.
Aunque
quizás se pueda apreciar mucho mejor la subida del impuesto si se
comparan los tramos autonómicos para bases de más de 120.000 euros:
antes la cuota por esta cantidad era de 22.958, 31 euros y tras la
subida asciende a 28.200 euros, unos cinco mil euros más. Hay que tener
en cuenta que estas son bases imponibles antes de desgravación, que
pueden reducirse con la aportación de planes de pensiones, pero muestran
claramente el incremento de la tasa.
Según
datos del Ministerio de Hacienda la subida afectará a unas 74.644
declaraciones de la renta que tributan ingresos de entre 60.000 y
150.000 euros, y que corresponden a lo que se denomina clase media-alta y
suponen el 2,35% de todas las declaraciones presentadas en Andalucía.
Céntimo sanitario
Un
buen ejemplo de una tasa que será más cara en Andalucía que en otras
comunidades es el incremento del «céntimo sanitario», que es como
vulgarmente se denomina al impuesto sobre las ventas de minoristas de
determinados hidrocarburos. Hasta ahora se abonaba por este impuesto 2,4
céntimos de euro por litro de combustible, pero ahora se sube a 4,8.
Esta
subida va a suponer pagar más cada vez que se llene el depósito de un
coche. Con el precio actual de la gasolina —1,436 euros el litro— llenar
un depósito medio de gasolina de unos 55 litros cuesta 79 euros. Si se
le suma el impuesto, que en Andalucía llega al máximo permitido a las
comunidades, llenar el depósito costará 81,64 euros. Si hablamos de
gasóleo, el precio se incrementa de 76 a 78,64. La buena noticia para
los agricultores es que el gasóleo de uso agrícola queda fuera de la
subida. La mala ha sido para el sector del transporte que ya ha
denunciado el perjuicio de la medida. La Junta espera recaudar 125
millones de euros con este impuesto.
Canon de mejora
El
documento de la Junta también recoge la aplicación progresiva hasta
2015 del canon de mejora del agua, que la Junta puso en marcha para la
construcción de infraestructuras hidráulicas. Este impuesto grava el
consumo urbano del agua y es difícil calcular su impacto sobre la
factura de las familias porque el precio del agua varía mucho entre los
municipios. La medida entró en vigor tras las últimas municipales y el
PP calculó que incrementará las facturas de agua una media del 45%, esto
significa que, por la diversidad de precios, habrá municipios donde la
factura pueda incrementarse en un 10% frente a otros donde puede
alcanzar el 110%.
El
PP también denunció entonces que ese canon era terriblemente injusto
por cuanto gravaba con un euro al mes por usuario el recibo del agua,
independientemente de la renta de la que dispusiera la unidad familiar.
Tasa por Bolsas de plástico
Un
impuesto exclusivo de la comunidad es el que se aplica a las bolsas de
plástico de un solo uso, que se gravan con cinco céntimos. Cada
ciudadano consume una media al año de unas 300 bolsas de plástico, según
datos del extinto Ministerio de Medio Ambiente, por lo que el coste de
esta tasa grava una media de 15 euros al año. La Junta estima que
ingresará por este impuesto este año 1,8 millones.
Impuestos más altos
Las
diferencias en la aplicación de tasas entre las comunidades autónomas
también se dejan notar en Andalucía, que cuenta con mayores gravámenes
que en otras regiones. Un ejemplo de ello es el impuesto de sucesiones y
donaciones, según ponía de manifiesto un reciente estudio del Registro
de Economistas Asesores Fiscales. Estos señalaban que donar una casa en
Andalucía por valor de 180.000 euros tiene un gravamen de más de 27.000
euros, frente a los 6.000 euros que tendría en Cataluña y los 300 euros
de coste en Madrid.
El
impuesto de transmisiones patrimoniales, que se aplica a la compraventa
de viviendas usadas, es otro ejemplo. En la comunidad, el tipo de este
se aumentó en los presupuestos de la Junta presentados en diciembre.
Hasta los 400.000 euros tiene un gravamen del 8% y alcanza
progresivamente hasta el 10% para transmisiones que excedan los 700.000
euros. Nueve comunidades, entre ellas Aragón y Madrid, tienen un tipo
único del 7%, y en Cataluña se mantiene al 8%. Así, quien compre un
inmueble en Andalucía por 300.000 euros pagará 24.000 en impuestos,
frente a los 21.000 que abonaría en Madrid.
El
plan de reequilibrio de la Junta también incluye una subida del tipo
del 1,2 al 1,5% del impuesto de actos jurídicos documentales que grava
documentos notariales y letras de cambio.
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