Acyco presentó un ERE por sus relaciones con la Junta y el PSOE
Anticorrupción pide 3,5 millones de euros para Poto y 153.000 para Barrero
Día 17/05/2012 - 08.20h
Obtención indebida de subvenciones, prevaricación y cohecho son los delitos que ayer imputó la juez Alaya a Encarnación Poto, imputada en el caso ERE
que ayer se acogió a su derecho y no declaró. Sin embargo Poto, que ni
siquiera quiso que la magistrada le leyera el escrito de imputaciones,
se enfrenta a la petición de una fianza millonaria por parte de la
Fiscalía. Anticorrupción solicitó que pague 3,5 millones de euros como
medida real en base a las imputaciones que le hizo la juez.
Unas imputaciones relacionadas con su inclusión en el ERE de Acyco pese
a que siguió trabajando como presidenta de esa empresa y por incluir a
dos intrusos.
Poto
se remitió a su declaración ante la Guardia Civil y negó haber
destinado 109.620 euros de la Junta para ayudas sociolaborales a pagar al bufete Garrigues y
afirmó que ese dinero se destinó a contratar a personal eventual, cuyos
contratos aportó, y que la factura de Garrigues salió de la empresa,
según dijo su defensa.
Después
de Poto declaró también como imputado Gabriel Barrero, director de
recursos humanos de Acyco, a quien la juez imputa obtención indebida de
ayuda de la administración, prevaricación y malversación. Su imputación
se basa en la inclusión en el ERE de Poto a sabiendas de que seguiría como presidenta del consejo de
administración y permitiendo que se beneficiara de ello. Y por su
participación en la solicitud de ayuda excepcional por 109.620 euros
«alegando que era para el mantenimiento de 144 puestos de trabajo cuando
en realidad era para el abono de la minuta de Garrigues». Y por la inclusión de dos intrusos.
El
fiscal solicitó que Barrero pague una fianza de 153.000 euros para
cubrir solidariamente las ayudas dadas. En su declaración, que duró casi
cinco horas, Barrero admitió que Poto jugó un papel importante en el ERE
de Acyco y que este se basó en que ésta «tenía relaciones políticas e
institucionales con cargos del PSOE y de la Junta de Andalucía». Y
también tenía relaciones con el alcalde de Dos Hermanas y conocía
personalmente a Fernando Toscano, que era director general de
Cooperativas de la Junta y hermano del anterior. El imputado, que
aseguró que las órdenes venían de Poto y la hoja de ruta
la iba marcando el despacho de Garrigues, dijo que Poto le había dicho
que «todos los gastos relativos al ERE iban a ser financiados por la
Junta». E insistió en las relaciones que ésta tenía con la
administración.
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