Rajoy hace un llamamiento a la unidad tras las elecciones en Andalucía «gobierne quien gobierne»
En su primer acto en Andalucía tras el 25-M, el presidente afirma que hay que dejar los «eslóganes» porque España está en «extrema dificultad»
Pablo D. Almoguera / Málaga
05/04/2012 - 6:30 h.
05/04/2012 - 6:30 h.
Un mensaje sin adornos y carente de cualquier aspaviento efectista. Directo y duro, alejado del aplauso y centrado en la realidad porque «nos jugamos el futuro del país». Mariano Rajoy hizo ayer un llamamiento a la unidad y la cooperación para impulsar las medidas adoptadas por su Ejecutivo y superar «una situación de extrema dificultad» en la que se tienen que implicar ayuntamientos y Comunidades Autónomas, «gobierne quien gobierne».
Rajoy acudió ayer a Antequera con el convencimiento de que su primer acto en Andalucía en compañía de Javier Arenas tras la agria victoria en las autonómicas iba a concentrar la atención mediática. Era el atril perfecto para dejar las cosas claras. Construyó un discurso sin fisuras, impregnado de un aire tecnócrata y a veces frío. ¿Para qué dar rodeos? «Dejemos los eslóganes para otros», dijo sin levantar el tono, «se han acabado las improvisaciones porque España ahora tiene un rumbo».
El presidente del Gobierno desgranó una a una algunas de las medidas adoptadas por su equipo de trabajo y evitó edulcorar el actual contexto económico horas después de que se consumase un nuevo aumento del desempleo. «Las medidas que se han tomado no producen efecto ni dentro ni fuera de España en el corto plazo, pero lo harán en el medio y largo », advirtió Mariano Rajoy, para después reclamar un esfuerzo común entre todas las administraciones para salir de la crisis. «España se enfrenta a una situación económica de extrema dificultad y quien no lo quiera entender así se está engañando y, lo que es peor, está engañando a los españoles», insistió.
El responsable del Ejecutivo nacional se dirigió directamente a ayuntamientos y comunidades autónomas, «gobierne quien gobierne», para que arrimen el hombro y aclaró que insumisiones en cuestiones como la reducción del déficit «serían una irresponsabilidad». «Nos jugamos el futuro de nuestro país y quien no lo entienda así, está creando un problema al resto de los españoles», declaró después de incidir en que los tres grandes problemas que hay que atajar son: «El déficit público, un sistema financiero que no da crédito y la competitividad de la economía española».
El presidente hizo extensible esta petición a los dirigentes de su formación y les pidió que «ayudéis al Gobierno, que es serio y sabe lo que tiene que hacer». Reprochó a los socialistas que «han sido sus políticas las que nos han traído hasta aquí», para después recordar a los suyos de que «no esperéis ninguna ayuda de ellos». «Vamos a recibir muchas críticas, pero no nos preocupa, porque nos tenemos que dirigir a los españoles, explicándoles siempre la verdad», añadió. Como ejemplo puso el plan contra el fraude fiscal o la Seguridad Social: «Sabemos que hay a quien no le va a gustar, pero esto va en serio».
El líder de los populares andaluces dio la cara por los miembros de su ejecutiva y se dirigió a Mariano Rajoy para declararle: «Nos hubiera gustado ofrecerle una mayoría de gobierno, pero hoy, con legítimo orgullo, te ofrecemos haber ganado las elecciones».
Arenas, tras la catarsis generada por la mayoría simple obtenida el 25-M, hizo suyo el discurso del presidente de su partido y manifestó que «es el momento de la corresponsabilidad y de arrimar el hombro», porque, «pase lo que pase, hay que luchar contra la crisis y el paro».
Por este motivo insistió en su oferta al PSOE para alcanzar acuerdos de gobernabilidad a estar legitimados pos ser la lista más votada. El presidente del PP andaluz recordó que el pasado 25 de marzo «se tumbaron muchos mitos», abriéndose «una nueva página en la política andaluza con nosotros como partido ganador».
Rajoy acudió ayer a Antequera con el convencimiento de que su primer acto en Andalucía en compañía de Javier Arenas tras la agria victoria en las autonómicas iba a concentrar la atención mediática. Era el atril perfecto para dejar las cosas claras. Construyó un discurso sin fisuras, impregnado de un aire tecnócrata y a veces frío. ¿Para qué dar rodeos? «Dejemos los eslóganes para otros», dijo sin levantar el tono, «se han acabado las improvisaciones porque España ahora tiene un rumbo».
El presidente del Gobierno desgranó una a una algunas de las medidas adoptadas por su equipo de trabajo y evitó edulcorar el actual contexto económico horas después de que se consumase un nuevo aumento del desempleo. «Las medidas que se han tomado no producen efecto ni dentro ni fuera de España en el corto plazo, pero lo harán en el medio y largo », advirtió Mariano Rajoy, para después reclamar un esfuerzo común entre todas las administraciones para salir de la crisis. «España se enfrenta a una situación económica de extrema dificultad y quien no lo quiera entender así se está engañando y, lo que es peor, está engañando a los españoles», insistió.
El responsable del Ejecutivo nacional se dirigió directamente a ayuntamientos y comunidades autónomas, «gobierne quien gobierne», para que arrimen el hombro y aclaró que insumisiones en cuestiones como la reducción del déficit «serían una irresponsabilidad». «Nos jugamos el futuro de nuestro país y quien no lo entienda así, está creando un problema al resto de los españoles», declaró después de incidir en que los tres grandes problemas que hay que atajar son: «El déficit público, un sistema financiero que no da crédito y la competitividad de la economía española».
El presidente hizo extensible esta petición a los dirigentes de su formación y les pidió que «ayudéis al Gobierno, que es serio y sabe lo que tiene que hacer». Reprochó a los socialistas que «han sido sus políticas las que nos han traído hasta aquí», para después recordar a los suyos de que «no esperéis ninguna ayuda de ellos». «Vamos a recibir muchas críticas, pero no nos preocupa, porque nos tenemos que dirigir a los españoles, explicándoles siempre la verdad», añadió. Como ejemplo puso el plan contra el fraude fiscal o la Seguridad Social: «Sabemos que hay a quien no le va a gustar, pero esto va en serio».
Futuro andaluz
El Comité Ejecutivo del PP-A presidido ayer por Rajoy, y al que asistieron los ministros de Justicia y de Empleo, Alberto Ruiz-Gallardón y Fátima Báñez, respectivamente, sirvió para que el presidente del Ejecutivo volviese a apoyar públicamente a Javier Arenas, con quien mostró su empatía recordando su particular travesía por el desierto tras sus dos derrotas ante el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. «La perseverancia, la constancia y el esfuerzo siempre da frutos, o digo por experiencia», manifestó en referencia a Javier Arenas.El líder de los populares andaluces dio la cara por los miembros de su ejecutiva y se dirigió a Mariano Rajoy para declararle: «Nos hubiera gustado ofrecerle una mayoría de gobierno, pero hoy, con legítimo orgullo, te ofrecemos haber ganado las elecciones».
Arenas, tras la catarsis generada por la mayoría simple obtenida el 25-M, hizo suyo el discurso del presidente de su partido y manifestó que «es el momento de la corresponsabilidad y de arrimar el hombro», porque, «pase lo que pase, hay que luchar contra la crisis y el paro».
Por este motivo insistió en su oferta al PSOE para alcanzar acuerdos de gobernabilidad a estar legitimados pos ser la lista más votada. El presidente del PP andaluz recordó que el pasado 25 de marzo «se tumbaron muchos mitos», abriéndose «una nueva página en la política andaluza con nosotros como partido ganador».
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