Elecciones en Andalucía: Donde dije digo, ¿dirá Diego?

Cualquier tópico al uso puede valer para valorar el presumible cambio que operará en la dirección de IU

JOSÉ CEJUDO / Sevilla
29/04/2012 - 9:35 h.

Griñán y Valderas se saludan en el patio del Parlamento. EDUARDO ABAD

Borrón y cuenta nueva, pelillos a la mar, giro copernicano. Cualquier tópico al uso puede valer para valorar el presumible cambio que operará  en la dirección de IU, y en su principal responsable en Andalucía, Diego Valderas, tras las elecciones del 25-M. Comicios que permiten a la federación de izquierdas formar parte del Gobierno de la Junta, pero que por aquello del pragmatismo político se verá obligada a mirar para otro lado. Y los que antes fustigaban dialécticamente una determinada forma de actuar, ahora no tendrán otra opción que modificar el discurso.
El escándalo de los ERE, el paro, el pago de parte de la Deuda Histórica en solares y edificios, la devolución de las competencias del Guadalquivir y un amplio listado de cuestiones polémicas han servido en la pasada legislatura al líder regional de IU, Diego Valderas, para mostrar su desacuerdo con quien dentro de muy poco tiempo puede encabezar un nuevo Gobierno en Andalucía, José Antonio Griñán. Y paradojas del destino, quien tendría a Valderas como segundo de a bordo en calidad de vicepresidente de la Junta.
En el caso de los ERE, si bien ha sido el PP el que ha llevado la voz cantante de las críticas, Izquierda Unida también ha censurado el comportamiento de la Junta. En marzo del pasado año, el presidente del PP-A, Javier Arenas, coincidió con Valderas en pedir la dimisión de Griñán tras acusar al presidente de la Junta de mentir en el episodio de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos. En aquel tiempo Valderas consideraba que Griñán ignoró los informes de Intervención que en 2005, 2006 y 2007 alertaban de las irregularidades en la concesión de ayudas, años en los que aquél estaba al frente de la Consejería de Economía.
La situación económica de Andalucía en general y el paro en particular han sido argumentos recurrentes de Valderas para arremeter contra el Ejecutivo de Griñán. En marzo de 2011 proclamó que el desempleo es tan escandaloso o más que el fraude de los ERE.
«IU cree que la liquidación de la Deuda Histórica es engaño y traición». Así rezaba el titular de una información en la que Valderas, en rueda de prensa, censuraba que la Junta aceptara en noviembre de 2009 cobrar parte de la Deuda Histórica en edificios y solares. «El Gobierno (de Zapatero) debe estar muerto de risa porque se está quedando con Andalucía», proclamaba el líder de IU, y calificaba a Griñán de ser «el presidente más centralista».
Tampoco el modelo de financiación autonómica era del agrado de Valderas cuando a mediados de julio de 2009 valoraba un sistema por el que según IU «Andalucía pierde y Cataluña gana» porque la Junta se había mostrado «sumisa, silenciosa y callada».
En el último debate sobre el Estado de la Comunidad, en junio del pasado año, Valderas se mostró contundente y reprochó a Griñán que hubiera malgastado la confianza del electorado. «Hemos asistido —dijo— al fracaso del proyecto político del PSOE tras 30 años de gobierno ininterrumpido en Andalucía». Y en el debate parlamentario de finales de enero de este año, en plena precampaña, Valderas no se fue por las ramas y dirigiéndose a Griñán le espetó: «Cualitativa y cuantitativamente la legislatura ha sido un fracaso».