Alaya ya tiene banquillo
Un juez de apoyo se encarga del Juzgado de Mercedes Alaya para que ella se centre en las grandes tramas: ERE y Betis
Día 12/04/2012 - 07.51h
La juez Mercedes Alaya ya sólo se dedica a las grandes investigaciones que tiene encima de la mesa, que no es poco. Fuentes judiciales confirmaron ayer que el Ministerio de Justicia ha aprobado que un segundo juez de apoyo la auxilie en el trabajo cotidiano del juzgado de instrucción que regenta. De esta manera, si Alaya ya tenía a su disposición un primer juez de apoyo que se encargaba de realizar los juicios de faltas que le tocaban, ahora cuenta con otro que lleva los asuntos ordinarios que llegan al juzgado.
Al parecer fue la propia juez la que se vio desbordada y decidió pedir ayuda. Primero su solicitud tuvo el visto bueno de la sala de gobierno del TSJA y luego pasó al Consejo General del Poder Judicial. Y recientemente ha sido el Ministerio de Trabajo el que ha dado luz verde de manera que el juez de apoyo, en este caso de la bolsa de jueces sustitutos que hay en Sevilla, está ya realizando su trabajo en instrucción seis.
Y así ella sólo se dedica a los macroprocesos que tiene encima de la mesa. Entre ellos la denuncia contra el que fuera presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera por presuntos delitos societarios. Pero además del caso del Betis, la juez Alaya lleva el mayor escándalo de corrupción conocido en Andalucía, el caso ERE. Aunque en un principio no era más que Mercasevilla (un tema ya finalizado y que se encuentra en la Audiencia a la espera de que se señale fecha para celebrar el juicio), el sumario fue creciendo y creciendo. Así, la juez tiene otra pieza con la supuesta venta fraudulenta de terrenos de Mercasevilla a Sanma pese que había otra oferta mas ventajosa, y otra sobre un supuesto delito societario en Mercasevilla.
Y luego está el caso ERE, que es la madre de todos los sumarios. Y es que la juez, que más de un día se come un sandwich en su despacho dada la sobrecarga de trabajo, tiene sobre la mesa un gran sumario que le ha llevado a necesitar cada vez más ayuda. De hecho, dos funcionarios del juzgado se dedican únicamente a auxiliarla en el caso y han tenido que mudarse dos veces debido a la magnitud de la causa, que ya va por el tomo 46 después de que el 45 se cerrara en el folio 17.091. Primero, los trabajadores se trasladaron a un despacho vacío que había en las dependencias del Prado en Sevilla. Pero, hace varios meses tuvieron que cambiarse a una sala más amplia que ocupan por entero. Las estanterías están repletas de papeles y las mesas lo mismo.
No es para menos si se tiene en cuenta la importancia del proceso que ha puesto contra las cuerdas al Gobierno de José Antonio Griñán. Hay tres directores generales imputados: el primero de ellos Francisco Javier Guerrero está en la cárcel, y los dos posteriores ya han declarado ante la Guardia Civil y no se descarta que sean citados de manera inminente. Y también un ex consejero de la Junta, un exviconsejero, varios delegados provinciales, empresarios, abogados de varios despachos sevillanos, e incluso directivos de aseguradoras. El último plato fuerte fue, después de Guerrero, el ingreso en prisión del que fuera su chófer, Juan Francisco Trujillo, al que encarceló tras imputarle 22 delitos y después de que confesara que se gastaban 25.000 euros al mes en cocaína (algo que ninguna de las partes creyó, obviamente). Y que provocó que el fiscal pidiera más investigaciones sobre las empresas del citado chófer y los movimientos del dinero.
Ahora la juez, que lleva varias semanas sin dictar ningún escrito, está centrada en preparar la declaración del exconsejero de Empleo de la Junta, Antonio Fernández, citado para los próximos miércoles y jueves. Un interrogatorio del que sólo se sabe cuando empezará. Pero no cuándo ni cómo terminará.
Está claro que con tan importante asunto en su mesa, «la gran trama» como ella misma lo bautizó en uno de sus últimos autos, todas las ayudas son pocas. Sobre todo si, como también anunció sigue «subiendo peldaños» en la pirámide que afecta a la Junta de Andalucía y al uso que durante años se hizo del dinero público.
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