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jueves, 24 de enero de 2013

La Junta no paga ni un euro a un niño autista con ayuda concedida

Andalucía / córdoba

La Junta no paga ni un euro a un niño autista con ayuda concedida

Día 24/01/2013 - 07.23h

Bienestar aprobó una asignación mensual de 416 euros el pasado mes de julio

Una madre cordobesa, Rocío Crespo Quesada lleva más de seis meses topándose con los oídos sordos de la administración. Su historia tiene un argumento inmemorial: la de una madre que trata de garantizarle a su prole las mejores condiciones de vida posibles y arranca el día de hace seis años en el que nació el menor de sus seis vástagos. «Él padece un tipo de autismo que le impide tener un comportamiento plenamente normalizado y vimos que su caso cuadraba con las ayudas que da la Junta de Andalucía para personas dependientes», asegura esta mujer de 49 años.
Después de un concienzudo diagnóstico en la unidad de Salud Mental del Hospital Reina Sofía, el menor obtuvo la acreditación de dependiente en Grado III y Nivel 1 el 16 de julio de 2012 por parte de los Servicios de Valoración de la Dependencia, que forma parte del organigrama de la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía. El documento oficial que especificaba los detalles de la dependencia del hijo de Rocío Crespo le concedía a ella, además, el derecho a una Prestación Económica por Cuidados en Entorno Familiar. En otras palabras: la madre del niño autista pidió a la Administración una ayuda económica directa y no que contratase a una tercera persona para que atendiera a su hijo. Es una de las posibilidades que otorga la norma que regula la atención a dependientes y la Consejería de Salud y Bienestar Social accedió a este requerimiento. «Yo no trabajo fuera de casa y puedo ocuparme del niño, emplear el dinero que la Administración nos dé en actividades que son necesarias para su desarrollo: no necesitamos que venga nadie de fuera», afirma Rocío.
La cantidad que la Junta de Andalucía le concedió a esta familia fue, tal y como se detalla en la documentación que facilitó a este periódico, de 416,98 euros al mes. La autorización para liberar este dinero en doce pagos anuales Salud y Bienestar Social fijaba que su perceptora recibiría además 2.824 euros en concepto de atrasos de la ayuda, puesto que aunque se concedió de hecho en julio de 2012 estaba vigente desde el 1 de enero de ese año.
Pero Rocío Crespo Quesada no ha recibido hasta la fecha ni un solo euro de la Administración autonómica. Ni un euro ni una explicación acerca de por qué en su cuenta bancaria no se ha producido ingreso económico alguno, asevera esta mujer. «Hemos intentado por activa y por pasiva que nos den una explicación, y sin éxito, sólo nos dicen, y de viva voz, nunca por escrito, que la Junta no dispone en estos momentos de dinero disponible para correr con el compromiso que tienen con mi hijo». Batalladora desde primera hora, Rocío Crespo le dirigió un escrito de queja oficial a la delegada Bienestar Social en Córdoba, María Isabel Baena, el 25 de julio de 2012, dos semanas después de que su ayuda fuera concedida y de la que, entonces, se extrañó de que no tuviera noticia. «Le pido que haga efectivo sus pagos que se han generado por la razón de la situación de dependencia de mi hijo y de quien soy cuidadora a todos los efectos», señalaba la comunicación.
En relación a este caso, la Delegación de Salud y Bienestar Social reconoció ayer que Rocío Crespo no cobra el dinero asignado «al igual que otros casos puntuales de beneficiarios» cuya asignación fue aprobada antes del Real Decreto 20/2012 del 13 de julio, «que reformó el sistema de atención a la dependencia y que, entre otras medidas, eliminó el pago por parte del Estado de la cotización de las cuidadoras». Hasta la entrada en vigor de este decreto, era necesario que la persona solicitante de la prestación económica adjuntara el correspondiente convenio con la Seguridad Social para el pago de dicha cotización, «del que entendemos que deben disponer todos aquellos casos de personas con el Programa de Atención Individual (PIA) realizado antes de la entrada en vigor del decreto».
El pasado noviembre, cuando expiró el plazo dado por el Gobierno central para que las personas cuidadoras definieran si continuaban o no de alta en la Seguridad Social (corriendo el pago de la misma por cuenta del interesado), la Junta detectó que había personas cuyos PIAs databan de antes del decreto y que no habían aportado el correspondiente convenio con el Instituto Nacional de la Seguridad Social que el Estado debió facilitarles, de manera que no estaban de alta en el sistema para el pago de la ayuda económica. «La Junta está intentando solventar esta situación», aclaró Bienestar Social, que gestiona en Córdoba a 9.000 beneficiarios de estas prestaciones.

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