Cabezera

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viernes, 7 de septiembre de 2012

La Junta ignora sus compromisos y recorta en educación

Andalucía

La Junta ignora sus compromisos y recorta en educación

Desde el presidente a los consejeros, en los últimos meses la consigna era salvar al apartado eductivo de los ajustes

Día 06/09/2012 - 16.08h

Con 4.502 profesores menos en la enseñanza secundaria que el pasado curso —fundamentalmente interinos que no renuevan sus contratos—, y sin ordenadores portátiles gratis para el alumnado, la Junta de Andalucía ya no puede presumir de haber excluido a la educación (y a la sanidad) de los recortes derivados de la crisis económica.
Una de las principales líneas argumentales de los dos discursos de investidura que ha pronunciado el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha sido la defensa a ultranza de la educación pública, y la necesidad de preservarla de los ajustes.
«La limitación de los recursos presupuestarios que está originando la actual crisis económica no debe afectar a la educación, que deberá continuar atendiendo a los dos objetivos que ha marcado la Ley de Educación de Andalucía: la equidad y la calidad», señaló en la primera de sus intervenciones, el 21 de abril de 2009.
Pero fue en la segunda, la del pasado 2 de mayo, cuando puso más énfasis en esta idea y proclamó: «Si obtengo el respaldo de la Cámara no habrá otra prioridad en mi Gobierno que pueda competir con la educación. Ninguna». En su alocución, el presidente destacaba: «Hoy nos encontramos una escuela pública con pizarras digitales, con ordenadores portátiles, con comedores, con aulas matinales, con clases de distintos idiomas. (...). Y todo esto debe seguir avanzando. No podemos permitirnos retroceso alguno en este terreno».

Punto de partida

«Contamos en Andalucía -añadió- con un sistema educativo plenamente homologado con el resto de España y de los de los países de la Unión Europea. Eso sí -puntualizó-, nuestro punto de partida, que tantas veces se olvida, fue muy distinto al de la inmensa mayoría de las regiones españolas. Hace treinta años, en una Andalucía rural, el 12 por ciento de la población era analfabeta».
La obsesión de Griñán por que la educación prevalezca por encima de cualquier otra área presupuestaria le llevó a los pocos días de sus primer discurso de investidura a decir lo siguiente: «Desgraciados los países que tienen petróleo en sus tierras», porque a su juicio la mejor inversión que puede hacer un Gobierno es en la educción de sus ciudadanos. «No es sólo meter dinero -aseguró-, porque la inversión en educación es la mejor política económica».
Los recortes en profesores y en medios informáticos han dejado también en evidencia al anterior consejero de Educación y actual portavoz parlamentario del PSOE, Francisco Álvarez de la Chica. Justo hace un año, en el inicio del curso 2011-2012, facilitaba el siguiente titular periodístico y que posteriormente repitió en alguna que otra entrevista: «El único recorte que necesita el sistema educativo es el del fracaso escolar». Y a continuación De la Chica lanzaba elogios sin par al modelo docente que se imparte en Andalucía, la «única» autonomía que ampliaba su plantilla de profesores, 198 más que en el curso anterior. A los doce meses de aquella proclama, la realidad es que de cara al nuevo curso se han quedado sin empleo 4.502 profesores.
Los sindicatos CSIF y CC.OO. se han apresurado a reseñar que la merma en el profesorado llevará a un empeoramiento del servicio y a un mayor fracaso escolar. Además, CSIF indicó que la Junta podría haber minimizado el impacto en la plantilla docente considerando las horas de recreo como tiempo lectivo, lo cual se podría haber traducido en más contrataciones.
Mar Moreno, actual consejera de Educación, tendrá asimismo que revisar sus pretéritas manifestaciones a la vista del giro que ha dado la situación. El pasado mes de junio aseguraba que la Junta de Andalucía seguiría «hasta el final con la propuesta de reducir el sueldo a los funcionarios docentes con el fin de evitar el despido del personal interino», precisamente el colectivo que ahora ha salido más perjudicado. Y tras culpar al Gobierno central de los ajustes para cumplir con la reducción del déficit, insistía en que el Ejecutivo andaluz estaba haciendo «un gran esfuerzo» por salvaguardar el empleo público, la educación y la sanidad, pese a las «imposiciones» del Gobierno central.

Por obligación

En esta misma tesis insistió el pasado martes Mar Moreno, en el encuentro informativo convocado con motivo del arranque del curso escolar. En opinión de la consejera, la reducción de la plantilla es consecuencia de la «inevitable» aplicación del horario lectivo al que «obliga» el Real Decreto 14/2012 del Ejecutivo central de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo.
Pero al respecto, conviene recordar que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, calificó las medidas de ajuste incluidas en la citada normativa de «muy flexibles» para reducir el déficit. El ministro partía de la base de que cada autonomía era libre de utilizar los mecanismos que considerara oportunos para lograr el objetivo final. Para corroborar lo dicho anteriormente, el Partido Popular de Andalucía puso como ejemplo a la Xunta de Galicia, cuyo Ejecutivo decidió no aplicar el punto del Decreto relativo al aumento de la ratio.

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