Abogados imputados movieron 102.000 euros en un día en 34 fracciones
La Guardia Civil cree que el despacho donde trabajó Juan Lanzas blanqueó dinero
El estudio de tres cuentas bancarias en la misma sucursal de Sevilla asociadas a Estudios Jurídicos Villasís, el despacho donde trabajaba el exsindicalista y «conseguidor» de ayudas Juan Lanzas,
ha puesto al descubierto la pasmosa agilidad con la que se movía el
dinero de las sobrecomisiones obtenidas por la tramitación de ayudas del
fondo de los ERE.
En un solo día, el 7 de septiembre de 2006, el bufete
fundado por Carlos Leal Bonmati, imputado en el caso de los ERE falsos,
retiró de una de sus cuentas en una sucursal de Bankia en el Centro de
Sevilla hasta 102.000 euros en metálico en 34 fracciones,
según detalla la Guardia Civil en un exhaustivo informe del 7 de
octubre pasado entregado a la juez que instruye el proceso, Mercedes
Alaya. El dinero «tendría su origen en el abono de 400.000 euros»
realizados por la mediadora de los ERE Uniter, según las diligencias.
Estos 100.000 euros fueron transferidos a la empresa Roda Textil,
siguiendo las indicaciones del exdirector general de Trabajo Francisco
Javier Guerrero.
Los investigadores sostienen que el despacho de abogados formaba parte de «una asociación de carácter ilícito que estaría dedicada a desviar en beneficio propio,
de manera velada y fraudulenta, fondos procedentes del erario andaluz
que, posteriormente, mediante la utilización de empresas instrumentales
en cuyos órganos de administración situaban a personas con el rol de
testaferros, introducían en el circuito económico normalizado cometiendo
con ello un supuesto delito de blanqueo de capitales». Para llevar a
cabo su propósito, la organización utilizó varias cuentas bancarias «con
el objeto de hacer fluir el dinero irregularmente obtenido para
alejarlo de su origen ilícito».
Los agentes han identificado hasta 23 operaciones en las
cuentas de los socios y del despacho sevillano que pueden ser
constitutivas de un delito de blanqueo de capitales. El «modus operandi» consiste en que entra una cantidad de dinero en una cuenta suya,
que automáticamente es traspasado a dos cuentas bancarias de los socios
radicadas en la misma sucursal. «Acto seguido, se retira parte o la
totalidad del dinero en disposiciones en metálico sistemáticas»
realizadas el mismo día y en cantidades iguales o menores a 3.000 euros.
La Guardia Civil mantiene la tesis de que en estos
movimientos de capital pudo contar con «la colaboración o permisividad
de algún empleado de banca». De hecho, ha imputado, por ejemplo, a la
subdirectora de una de las sucursales, que reconoció a los agentes que tales operaciones eran irregulares,
aunque nunca se dio cuenta de ello al Servicio Ejecutivo de Blanqueo de
Capitales e Infracciones Monetarias. Leal quedó libre el 6 de julio
tras pagar una fianza de 150.000 euros. Está imputado, entre otros
delitos, por prevaricación, blanqueo de capitales, cohecho, asociación
ilícita y malversación impropia.
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