El mapa de la corrupción del PSOE en Andalucía

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Con las elecciones en Andalucía a la vuelta de la esquina, es el momento de hacer balance de la gestión del PSOE-A. Y parte de esa gestión son las decenas de casos de corrupción que se han ido destapando tras 30 años de los socialistas en el poder autonómico. El expediente más sonado es el del «fondo de reptiles», así como los ERE fraudulentos auspiciados por el ejecutivo de Manuel Chaves primero y de José Antonio Griñán después.
El llamado «fondo de reptiles» que destapó la juez Mercedes Alaya al investigar otro caso de corrupción en Mercasevilla ha mostrado hasta qué punto el control del dinero público está en cuestión en la Comunidad. Millones de euros de los presupuestos -más de 600- se destinaron a pagar prejubilaciones falsas de amigos, familiares y políticos socialistas.
El fondo nació en 1999 de un convenio oficial firmado por el entonces consejero de Trabajo e Industria Guillermo Gutiérrez  en el que se encomienda el anticipo de un máximo de 114 millones de pesetas -unos 686.000 euros- para la jubilación anticipada de varios trabajadores de la empresa cárnica Hijos de Andrés Molina. Esta fórmula se ideó, según el Ejecutivo, para «agilizar» los incentivos a empresas en crisis. En la práctica, supuso ocultar al control 647 millones durante una década. Según avanzaba la investigación, más nombres iban saltando a la luz como imputados: el exconsejero de Empleo Antonio Fernández, el delegado del ramo en Sevilla, Antonio Rivas, una concejal socialista de Camas, al regidor de Cazalla de la Sierra, al alcalde de El Pedroso y a su hijo…
Javier Guerrero, imputado en el caso, estuvo nueve años (de 1999 a 2008) al frente de la Dirección de Trabajo, con tres consejeros distintos que lo ratificaron en el cargo porque era «muy resolutivo», como admitió el exconsejero de Empleo, José Antonio Viera. Nadie le pidió cuentas por sus actividades. Y nadie tampoco le pidió que devolviera el dinero que desapareció.
También en los Ayuntamientos
Al calor de la burbuja inmobiliaria, rara es la provincia que no tiene a dos o tres alcaldes imputados por hacer y deshacer más pensado en sus bolsillos que en su pueblo. Los socialistas de Coria del Río, Estepona, Benaocas o Lubrín pueden dar fe de ello, o sus alcaldes están ya condenados o imputados. Más de 35 casos figuran en el mapa de la corrupción que acompaña a esta información y pretende ser foto fija de la situación andaluza.

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