«Pastrana lo quería todo a lo grande, su megalomanía llevó a las facturas falsas»

Un exsecretario de UGT-A: «Pastrana lo quería todo a lo grande, su megalomanía llevó a las facturas falsas»

antonio R. VEGA / sevilla

Día 03/12/2013 - 12.01h

Quien fuera secretario de Méndez y Pastrana en UGT-A considera responsable a este último de los abusos contables: «Nadie hacía nada sin que él diera una directriz»

josé galiana

Lorenzo Bellido posa para ABC en Sevilla el pasado viernes

Lorenzo Bellido ha sido la única persona que ha ejercido de secretario de casi todos los líderes de UGT en Andalucía desde 1986. Trabajaba a pocos metros del despacho que ocuparon sucesivamente Cándido Méndez, Juan Mendoza y Manuel Pastrana. En una entrevista concedida a ABC, este histórico sindicalista considera que «el responsable» de la trama de facturas falsas que ha provocado la dimisión del secretario regional Francisco Fernández Sevilla era Manuel Pastrana, quien dirigió el sindicato desde 1998 hasta mayo de 2013. «Es el máximo responsable del sindicato. Era conocedor de todo. Nadie hacía nada sin que él diera una directriz», asegura.

Bellido, que se vio afectado por un ERE presentado por el sindicato hace un año, señala que «la megalomanía de Pastrana provocó las facturas falsas». «Pastrana lo quería todo a lo grande», asegura. Su secretario durante unos pocos meses entre 1998 y 1999 relata que al abrir su correspondencia, el trabajo que le había asignado el exdirigente cuando lo relevó del puesto, le chocó «ver unos gastos de gasolina y de cuatro o cinco comidas que cargaba a una tarjeta visa de UGT-A. Correspondían a fines de semana». Agrega que «si en 1998 y 1999 ya empezaba a imputar gastos personales de comidas con su familia al sindicato, ya todo lo demás que ha salido no me ha extrañado».

El exsecretario de Pastrana afirma que el exdirigente, que permaneció quince años en el cargo, «ha tenido allí muchos palmeros y muchos estómagos agradecidos. Yo no sé si sabían lo que había. Pero cuando uno se sienta en un sillón cuesta mucho dejarlo y eso tiene sus contraprestaciones». Asegura que a cambio del apoyo de algún dirigente territorial, «colocaba a su sobrino, amigo o hijo. Se le buscaba una cosita, un contrato con el sindicato. Pastrana ha tenido durante todos sus quince años de mandato voces críticas, pero él las ha sabido acallar o cercenar con favores».