Cabezera

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viernes, 2 de agosto de 2013

Rajoy noquea a la oposición reconociendo su error con humildad

DESDE EL CENTRO DEL RUEDO
Rajoy noquea a la oposición reconociendo su error con humildad
El presidente del Gobierno ha optado por admitir su error al confiar en el extesorero del Partido Popular. Rubalcaba, descolocado, ha decidido centrar su discurso en darle palos a Cospedal
Rajoy empleó frases de Rubalcaba sobre la presunción de inocencia que descolocaron al líder del PSOE.
No ha tardado demasiado tiempo Mariano Rajoy en salir al ruedo, al centro de la plaza sin ningún tipo de rubor. Sin tapujos y por derecho apenas habían pasado unos minutos de discurso cuando ha dicho: "Me equivoqué, lo lamentó, me equivoqué al mantener la confianza en alguien que no la merecía". A partir de este momento, Alfredo Pérez Rubalcaba ha perdido los papeles, literalmente. La imagen del líder de la oposición era un poema. El presidente del Gobierno le ha descolocado y no ha parado desde ese momento de intentar poner en orden sus papeles. Esa ha sido la imagen ofrecida por Rubalcaba durante el discurso de Rajoy.

"Rajoy ha estado colosal", ha sido uno de los comentarios más oídos en los pasillos del Senado,- hoy convertido en sala de reuniones del Congreso de los Diputados-, entre las huestes del Partido Popular. El presidente del Gobierno ha estado arropado por todo su Gobierno y por los principales dirigentes de su partido presentes en la tribuna de invitados y capitaneados por la secretaria general, María Dolores de Cospedal.

El discurso de Mariano Rajoy ha sido una pieza de oratoria pensada para dejar noqueado el argumentario socialista. Nada de echar balones. Coger al toro por los cuernos y punto. Esa ha sido la estrategia elegida. El presidente ha comenzado entonando su mea culpa para acto seguido enlazar el inicio del caso Bárcenas con la trama Gürtel y aquella cacería en la que el juez Garzón se juntó en una finca de Ciudad Real con el ministro de Justicia socialista, Mariano Fernández Bermejo, ejemplo clamoroso de la componenda entre el poder político y el judicial. "Aún así, -ha dicho Rajoy,- con el gobierno del PSOE se archivó un caso que se reabrió con un gobierno del Partido Popular".

Rajoy apela a su buena fe

Una vez reconocido el error de confiar en una persona de la catadura moral de Luís Bárcenas, el presidente del Gobierno ha explicado el porqué. Sencillamente porque es una persona de buena fe que optó por creer a un presunto inocente hasta que se conoció la existencia de las cuentas en Suiza. Y para apoyar su postura Mariano Rajoy ha echado mano de una retahíla demoledora de citas del propio Alfredo Pérez Rubalcaba referidas a la presunción de inocencia y a la necesidad de que en un Estado de Derecho la carga de la prueba corresponda al que lanza de la acusación.

En este punto, la bancada popular estaba en plena ebullición. Rubalcaba no paraba de mover sus papeles. Para terminar, Rajoy ha puesto la guinda al pastel con el anuncio de una serie de medidas, en la línea de las ya anunciadas en el Debate sobre el estado de la Nación, encaminadas a mejorar la transparencia de los partidos políticos.

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